Ozuna en hertzios: El reguetonero boricua se uniría a la lista de artistas propietarios de emisoras

El hecho de que Ozuna haya decidido inver­tir en una esta­ción de radio, no es algo nuevo en un ex­ponente de la música. En nuestro país son va­rios los artistas que se han hecho propietarios de emi­soras.

En este caso se trata de Sonido Suave 99.3 FM, que desde su inauguración en 1987 ha dedicado su pro­gramación a las baladas y boleros románticos de todas las épocas.

Los propietarios, Ramón y José Lluberes habrían ini­ciado las negociaciones con Juan Carlos Ozuna Rosado, nombre completo del artis­ta de música urbana, quien colocaría como director de programación a Santiago Matías “Alofoke”, por lo que se insinúa que las baladas dejarán paso a los sonidos urbanos en ese dial.

Pero, luego que el anun­cio de la compra de la emi­sora, que según las infor­maciones que se manejan desde que trascendiera en los medios el pasado fin de semana, el costo de la ven­ta sería de unos 2,7 millones de dólares.

Pero, así como trascendió esta noticia, llegó en la se­mana otra que daba cuen­ta de que, las negociaciones no estaban tan adelantadas.

Esto porque Julissa Cruz, directora ejecutiva del Ins­tituto Dominicano de las Telecomunicaciones (In­dotel), dejo saber este miér­coles que en esas oficinas no han recibido la solicitud de aprobación de transferencia de las acciones de la emiso­ra Sonido Suave.

Cruz utilizó su cuenta de Twitter para expresar es­ta situación. “Este proce­so debe agotarse antes de concluir la transacción con­forme establece la Ley de Telecomunicaciones”, escri­bió la funcionaria.

Movimientos del dial

Antes que el llamado “Ne­grito ojos claros”, meren­gueros como Wilfrido Var­gas y Jossie Esteban habían adquirido estaciones de ra­dio con las que manejar las ganancias obtenidas en sus respectivas carreras.

El primero fue propieta­rio de Kiss 95 y el segundo sigue al frente de Súper Q 100.9 y Pura vida, 92.9 FM. A ellos se unen Juan Luis Guerra, quien se convirtió en este tipo de empresa­rio al adquirir Viva FM, que hoy es Fidility, en los 94.1 del dial.

En su momento, algunos comunicadores se quejaron de que estas emisoras, que eran propiedad de figuras del merengue no colocaran en sus respectivas progra­maciones al ritmo de la güi­ra y la tambora, siendo que lo obtenido por estos artis­tas y que hizo posible la ad­quisición de las estaciones, fue precisamente el éxito de sus respectivas carreras mu­sicales.

En 2009 fue la adquisi­ción de la frecuencia de Ma­nía 92.9 FM, la cual pasó a llamarse Pura Vida, y cuya programación pasó de ser tropical a la de música cris­tiana así como también pro­gramas orientados en esta religión.

La otra estación de Jossie Esteban, la mencionada Sú­per Q 100.9, es una de los espacios del espectro radio­fónico dedicado a la difu­sión de la música urbana.

Previo a esto, el meren­guero conocido por éxitos como “Seguro que sí”, “El ti­guerón” o “Pirulo”, era due­ño de la emisora que hoy se llama Latidos 93.7, pe­ro que cuando le pertene­cía llevaba el nombre de La 93.7 y luego Tope FM.

Otro al que se le reprochó que no colocara merengue en su emisora fue a Wilfrido Vargas, cuando fue propie­tario de Kiss 95, cuya ofer­ta se decantaba por la mú­sica urbana. Con Juan Luis también sucedió esto, cuan­do creó la mencionada Viva FM en la frecuencia 94.1. La programación del autor de “La bilirrubina” sin embar­go, contribuyó a la creación de un nuevo público, ya que en esta emisora se colocaba “música de los continentes”.

En ella, en un momento en el que Youtube y Spotify eran el sueño de algún au­tor de ciencia ficción, los do­minicanos tuvieron acceso a música de gente como Pe­dro Guerra, Carlos Varela o Papa Wemba.

Junto a estos hay que mencionar al empresario artístico Saymon Díaz, al frente de Exa 96.9, franqui­cia internacional, que colo­ca reguetón, pop, rock y ba­chata urbana.

DETALLES

Negociaciones.

Julissa Cruz, directo­ra ejecutiva del Institu­to Dominicano de las Te­lecomunicaciones (In­dotel), dejo saber este miércoles que en esas oficinas no han recibido la solicitud de aproba­ción de transferencia de las acciones de la emiso­ra Sonido Suave.